Noticias con sesgo: El impacto de la parcialidad informativa en la democracia mexicana

Uno de los principios del periodismo es que la información debe ser imparcial, presentar a la audiencia los datos sobre una investigación determinada y dejar que las personas formen su propia opinión sobre determinado tema.

Por supuesto, para el periodismo es correcto y de hecho una obligación el evidenciar las malas prácticas, así como los abusos de corporativos, gobiernos y autoridades de cualquier índole.

Lamentablemente algunos periodistas y cadenas de noticias han tomado a esta digna labor como un mero negocio, creando notas por encargo, buscado crear controversia o abiertamente manipulando la información a favor de sus clientes.

Esto podría verse como algo normal en una sociedad de consumo en la que casi cualquier cosa puede ser considerada un producto, como la salud o la educación, sin embargo, al ser parcial en el periodismo se pueden llegar a afectar rasgos tan importantes como la democracia de un país.

Los medios masivos de comunicación tienen el gran poder de llegar a millones de personas al mismo tiempo, de influenciar sus ideas, por eso resulta tan peligroso que el periodismo tenga un precio.

En México durante décadas los medios de comunicación sirvieron como un salvavidas para los gobiernos, minimizando actos deleznables como la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968, convenciendo a las personas de que deshacerse de las empresas estatales era la mejor opción para el país o abiertamente “recomendando” no votar por algún aspirante a la presidencia.

En la historia moderna del país existen algunos periodistas que se han prestado a esta clase de actos carentes de ética, uno de los ejemplos más palpables es el de Carlos Loret de Mola.

Descalificación de oponentes

Una de las grandes heridas que el sesgo informativo le ha causado a México es, sin duda, la acontecida en la campaña para presidente de la república de 2006, se ha documentado que hubo una completa estrategia de guerra sucia contra el candidato Andrés Manuel López Obrador.

En ese momento era común ver anuncios en televisión abierta que advertían sobre el peligro que significaría que AMLO llegara a la presidencia, diciendo que habría devaluación, crisis económica, desempleo, incluso que él mismo instigaría un movimiento armado.

Por supuesto, esto haciendo uso de discursos del tabasqueño sacados de contexto o con fragmentos específicos sin relación, además de entrevistas de ciertos comunicadores como Loret.

En dichas entrevistas Carlos Loret de Mola se dedicaba a atacar en todo momento a AMLO, cuestión que no realizaba con los otros candidatos, al contrario, se podía ver claramente el tono de burla en cada pregunta que el comunicador le hacía, esto en cada una de las oportunidades que tuvo de entrevistarlo, desde 2006 hasta 2018.

En una entrevista que tuvo Loret con Felipe Calderón se puede notar claramente que el tono cambia, nunca se le interroga sobre la diferencia de menos de 1% que hubo entre él y AMLO en la elección de 2006, tampoco se le reprocha la tensa situación de violencia que se vivía en ese momento.

Lo mismo ocurrió en 2012, cuando el PRI regresó al poder con Enrique Peña Nieto y la ayuda de Televisa; al respecto se realizaron las pertinentes denuncias, pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación las desechó.

Sin embargo, no es un secreto que después de que Peña Nieto enviudara, este se casó nuevamente en 2010 con la que era la actriz mas famosa de Televisa en ese momento, Angélica Rivera.

Efectos en la población

Después de la elección de 2012, los medios masivos como la televisión y sus programas como los noticieros de Carlos Loret perdieron mucho poder pues los ciudadanos cada vez ocupaban menos esta clase de herramientas ante el creciente uso de las redes sociales.

Después de que empresas de comunicación tuvieran injerencia sobre la vida política y democrática del país, las personas comenzaron a cambiar la televisión por los medios electrónicos pequeños, por enterarse de lo que ocurría mediante las redes sociales.

Así, si bien es cierto que la televisión y comunicadores como Carlos Loret de Mola crearon durante años un clima de polarización y descalificación contra rivales a sus intereses, la misma población cambió el rumbo y les dio la espalda.

Una de las primeras muestras de este descontento se dio, por ejemplo, en la boda de Eugenio Derbez donde cientos de personas se reunieron para protestar contra Televisa y su intromisión en las elecciones de 2012.